El libro Execution Premium, escrito en el año 2008 por los expertos Robert Kaplan y David Norton, que en 1992 crearon el concepto de Cuadro de Mando Integral (CMI) o Balanced Scorecard (BSC), define una detallada hoja de ruta dividida en seis etapas con el objeto de desarrollar e implementar con éxito una estrategia empresarial.
Los problemas en la implantación de la estrategia:
En la práctica son numerosas las organizaciones que tienen muchos problemas para implementar de forma práctica la estrategia definida. Basándonos en el proceso de Execution Premium, la verdadera dificultad no se encuentra en la primera etapa, el desarrollo de la estrategia, sino en las cinco etapas siguientes, que corresponderían con su ejecución.
Según datos extraídos de encuestas y entrevistas con directivos de empresas, entre el 60 y el 80% de las organizaciones no logran cumplir los planes propuestos en sus mapas estratégicos y la mayoría de CEO coinciden que su problema no es de estrategia sino de ejecución.
Barreras en la ejecución de la estrategia:
Gestionar la estrategia se ha convertido en una de las competencias más valiosas de las empresas. Únicamente aquellas organizaciones que gestionen su estrategia de forma adecuada, podrán competir exitosamente y conseguir ventajas sobre sus competidores.
Las principales dificultades en la ejecución de la estrategia son las siguientes:
- Definición inadecuada de la estrategia: Uno de los principales problemas es que la mayoría de empresas no tienen determinada su estrategia en un nivel suficiente, lo cual que imposibilita obtener el éxito en su implementación. Otro problema es que la estrategia suele estar definida unilateralmente, es decir, en una sola dirección, lo cual es fuente de conflictos internos.
- Mala comunicación de la estrategia: Con gran frecuencia la estrategia no está bien difundida, existiendo estudios que certifican que sólo en un 12% de las empresas el conocimiento de la estrategia llega al 100% del personal. Y un dato aún más preocupante: únicamente el 30% de las organizaciones logra que al menos la mitad de sus empleados la conozcan.
- Falta de alineación de la estrategia: Idealmente, una vez definida y comunicada la estrategia, todo el personal de la empresa debería conocerla y estar alineado con la misma, sumando esfuerzos y trabajando en la misma dirección. Desafortunadamente, esto no ocurre en el día a día de muchas empresas.
Un segundo problema es una falta de alineación con las expectativas de los clientes por un déficit de integración de las diversas áreas: logística, ventas, mercadotecnia, servicio post venta, etc.
- Evaluación insuficiente de la estrategia: Las evaluaciones de la estrategia no se ejecutan correctamente en muchas empresas por dos motivos: no se realizan con la frecuencia y/o con la calidad suficiente por no considerar todas las variables ni utilizar los parámetros adecuados.
- Indefinición de las responsabilidades: Otra de las barreras tiene que ver con la falta de facultamiento adecuado de los miembros de la organización. Dicho de otro modo, no se acaba de definir correctamente cuáles son las responsabilidades de cada colaborador implicado, ni quedan claras las jerarquías ni a quién corresponde las órdenes de mando, ya sea a nivel general o en determinadas partes operativas.
- Falta de conocimiento de nuevas prácticas para gestionar la estrategia: La falta generalizada de conocimientos de las herramientas y tendencias más eficaces y novedosas provoca que, por el ejemplo, casi un 70% de las organizaciones no utilice un BSC para ejecutar la estrategia y un 60% de las organizaciones no cuente con un software de automatización.
Esquema de la estrategia entre definición y ejecución
Una organización no tiene suficiente con definir una buena
estrategia, también es necesario que la ejecute exitosamente